Desnudez


Duermes con la ilusión de despertar en la mañana y te sientas a ver las horas pasar traducidas como el repiqueteo que la lluvia ofrece a tus oídos o el calor creciente en tu piel por exposición al sol... todo depende de la madre naturaleza y sus caprichos, pero sabes que volverás a sentirte bien.
Te has conseguido un espejo por fin, harto de encontrar defectos en los que te rodean, ¡seres imperfectos y ciegos! no harán caso jamás a tu voz de cambio. Lo has colgado muy cerca de tu cama esperando lograr ver más allá la puerta al mundo donde las cosas son completamente al revés o deseando más probablemente sólo no tener que ver hacia atrás al resto del mundo que te ha hecho tanto daño. El preparativo final es la cantidad de provisiones que reúnes en el armario y el sonido del seguro en la puerta al presionarlo te indica con seguridad que estás aislado.
No han pasado siquiera un par de horas cuando oyes el sonido del mundo exterior clamando tu presencia en voz del endemoniado escándalo que monta tu teléfono celular o los golpes en la madera preguntando si saldrás para comer. El aparato sucumbe ante tus deseos con un dedo y se calla...no contestas a los ruidos esperando que quien fuera crea que estás durmiendo, y tras una espera al parecer interminable te quedas de nuevo contigo mismo.
No es tan malo ¿verdad? y con apenas algunas excursiones hasta los envoltorios de chocolate calmas tu hambre. También has pensado en que cuando te den ganas de salir deberías agradecerle al arquitecto de tu casa puesto que gracias a su cuidadoso diseño tampoco has tenido que salir al baño. Y así los días pasan, tú y sólo tú, ni siquiera yo para contarte lo que veo, solamente tú contigo y nadie más...
¿Y qué ha sido eso? ¿te vuelves loco en este encierro planificado? Es tu imagen desnuda, y en el reflejo no hay nada más que tú. Ni tu cama ni tu armario, no hay paredes, ni siquiera la ropa que traes puesta, no hay nada ¡nada!

Te observas más detenidamente y te tocas esa cicatriz en la espalda marcando tu victoria contra la muerte, pero tu reflejo no hace lo mismo... no notas el más pequeño deje de movimiento en su brazo sino una sonrisita cómplice que te hace sentir aún más victorioso. Esa falta de lógica en la escena te ha dejado asustado, y bastante intrigado también, así que harás otra prueba: contorneas las ojeras y tu reflejo te sigue con parsimonia, hundes tu pómulo y ahí está, siguiéndote como un reflejo debería hacer. Sigues explorando tu cuerpo logrando que el reflejo no haga más que repetir tras de ti, aguardando tus órdenes para su siguiente acción. Es entonces que presionas la cicatriz en la espalda de nuevo, más por aburrimiento que por convencimiento de que lograrás algo, así que no estás concentrado en ti, sino con el recuerdo vívido de tu vida en el mundo exterior...y el cristal estalla en mil pedazos...
A tu alrededor reaparece tu habitación, la decoración y todo, menos el espejo que yace en fragmentos a tus pies, tampoco tu ropa hace acto de presencia así que te deslizas en un par de pantalones que estaban tirados sin sentido en una esquina. Regresas al otrora espejo y se ha ido, ni una sola astilla. Abres la puerta de tu cuarto y pegas uno de los mejores saltos en tu vida ¡no hay nada afuera!... te encierras de nuevo esperando estar teniendo una pesadilla, y tras rezar apresuradamente todo lo que sabes descubres a tu reflejo riendo, y a ti mismo riéndote por el simple impulso de verlo. Entonces te saluda y tú lo saludas a él, te señala y lo señalas adoptando la misma posición... comprendes que es tarde, te han quitado la oportunidad de ser tú quien dirige y se la han dado a él, porque no supiste seguir el hilo de tu deseo; él camina hacia afuera del alcance del marco que te encierra y tú lo sigues sin querer, no quieres pues desaparecerás, pero no puedes hacer nada, no evitas perder primero tu mano, y luego el resto de tu cuerpo, ¿o su cuerpo?, hasta que deja de reflejarse, y tú te desvaneces por tu culpa...

3 comments:

Skantii | 19 de junio de 2009, 16:40

HIjole no pues.. la verdad me dejas sin palabras, se me hace interesantisima la connotacion de la historia, y el que estas tratando de dar a entender, sin embargo no sé no me gustó mucho el hecho de que todavía deberiamos de tener una oportunidad para enmendar nuestros hechos una vez que caemos... no solo debemos de poder caer y caer.

Pero bueno me agradó muchisisimo la historia esta muy padre...

Man Reyes | 19 de junio de 2009, 17:48

... de alguna extraña manera al desaparecer estaba en todo y en nada, era una parte finita de un infinito; no tenía ningún punto de referencia, simplemente era luz y oscuridad a la vez. Le agrado esa sensación, de no tener frio ni calor; simplemente estar bien, sintio su existencia sin las barreras de un cuerpo ni de las leyes naturales. Sin gravedad, sin opresión, sin tiempo... simplemente él y nadie más, y al estar ahí, tuvo la completa oportunidad de pensar, pensar todo claramente, desde como había empezado todo hasta el hecho de como había llegado ahí.

Soluciones a problemas fueron los que entonces tuvo en su poder, soluciones que al primer momento que tuviese pondría en marcha. La ansiedad colmo su existencia y entonces toda la quietud se tornó violenta y excesiva; la inmensa nada fue adquiriendo formas y definiendose cada vez más. Ansiedad de verse una vez más sujeto a barreras y limites y entonces recordó esa sensación, una mano aparecio primero, seguida de un brazo y una espalda, se encontraba de frente a su puerta, obligado a realizar acciones que no eran las suyas, entonces esas cuerdas invisibles lo voltearon y lo dejaron frente a él. Un recuerdo llegó, él que estaba parado frente a él no tenía esa cicatriz, no tenía esa experiencia y nunca sería tan perfecto como él, eso apenas empezaba...

Guerrero de Paz | 21 de junio de 2009, 16:14

Si... efectivamente... desnudez es la experiencia impactante que ha vivido todo ser humano en un momento dado de su vida. Uno de esos momentos en que te descubres ante tu imagen.
La imagen tiene la dicotomia de lo que te gusta y de lo que no te gusta de ti mismo. El proceso puede ser tan rapido o tan lento como sea de intrincada la estructura individual.
Desgraciadamente sentimos que nos desvanecemos... conforme vamos creciendo en edad y afrontamos el costo de habernos dejado llevar por las reglas escritas y no escritas de la sociedad.

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